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Chat Entre Belcebú y Ernesto

- Buenas tardes.

* Buenas tardes caballero, ¿en qué podría ayudarlo?

- Eeh… pues a ver yo soy Andrés Felipe Becerra y… lo que quiero es pedirle un favor.

* Cuénteme, ¿de qué se trata, para saber si le puedo ser útil?

- Tengo entendido que usted es el dueño de gran parte de ésta playa.

* No, se equivoca, yo tan solo vivo aquí.

- Pero… este terreno es suyo, ¿o no?

* Pues, éste, dónde nos encontramos, sí, pero la playa no tiene dueño, así como el mar que puede observar frente a usted, el cielo y todo lo que puede ver a su alrededor.

- Mire don Ernesto…

* Como así, usted por que sabe que mi nombre es Ernesto.

- Tranquilo, me lo ha dicho el capitán de la embarcación en la que he llegado.

* Y… cuénteme, quién lo ha traído hasta acá, acaso fue “Wantifor”

- Sí, creo que ese es su nombre. Pero como le venía comentando don Ernesto, estoy interesado en comprar su parcela.

* Pero ¿cómo?, ¿acaso usted ha visto algún anuncio de venta?

- No, pero mi interés es inmenso y el dinero para mi no es problema.

* Para mi tampoco es una preocupación, acaso usted creé que el dinero en este lugar sirve para algo, solamente observe a su alrededor, esto es un paraíso, aquí lo está todo.

- Si yo lo sé, pero también le quiero ser honesto, por mi cabeza están pagando un alto precio, don Ernesto, mi vida está en juego en la ciudad, ¿ahora me hago entender un poco más?

* Mmm veo, pero acaso usted no se da cuenta que existen otros lugares, de hecho, para una persona como usted, mucho mejor que esta humilde tierra.

- Sí, sé que existen otros lugares mucho mejor que este, usted tiene toda la razón, pero sólo este cumple mis expectativas, las cuales son; seguridad y buena señal para la comunicación, para mi teléfono celular. Sabe que don Ernesto, piénselo dos días y me da una respuesta, su silencio será muy bien recompensado.

* Como así que piénselo, usted acaso creé que yo soy de su propiedad, o que usted tiene poder sobre mi… yo no tengo que pensar nada, más bien es usted quien tiene que reconsiderar lo que me viene a proponer.

- Sabe que don Ernesto, piense que esto sería conveniente para usted y toda su familia, me refiero que su salud y seguridad estarían en juego.

Las palabras plasmadas en la carta que vieron son mi despedida y suplica de perdón. Aquí me encuentro en esta habitación de 3m x 3m acostado en mi litera rogándole a Dios que me perdone y se apiade de mí, pero no creo que él con su infinito amor pueda perdonar el mal y dolor que le cause a muchas personas, incluyéndome.

Se que moriré pronto y mientras pido perdón mi mente me transporta al pasado y veo el tamaño del dolor y destrucción que cause.

Recuerdo una ocasión cuando estaba en el colegio y un muchacho me empujo, le reclame su estupidez y el con tono déspota me respondió – ALGUN PROBLEMA RIQUITO MARICA, QUIERE QUE LO ENCIENDA A GOLPES – las cosas se quedaron así, sin peleas ni pleitos, pero al salir de clases había unos 4 o 5 jóvenes con pinta de pandilleros y les pregunte que si querían ganarse un dinero por hacerme un favor, les ofrecí 20.000 pesos a cada uno y señalándoles al pobre diablo que me empujo les dije – si ven a ese HP, quiero que le den una pela bien áspera y después que le quiten el pantalón, déjenlo en pelota – ellos se rieron y se dirigieron hacia aquel pobre desdichado al que le dieron una tunda absurda, un brazo dislocado, su rostro ensangrentado hicieron que mediera cuenta que mi dinero me daría el poder y la tranquilidad de hacer lo que se me diera la gana, aparte de eso descubrí que la humillación de otras personas me producían una enorme satisfacción.

Una noche Belcebú hace una llamada, habla por unos minutos junto a la enorme piscina de su casa, entra sonriendo y brinda con sus invitados; a viva vos comenta que esta feliz por los negocios importantes que tiene entre manos y la facilidad con los que los realiza.

La noche transcurre entre risotadas, bailes y licor. Belcebú se disculpa por un momento y entra al estudio de su padre, se sienta en aquella silla de cuero café enorme y lujosa en la cual no tenia permiso de sentarse de niño, esta silla que odio durante años pero que a su ves le causo una gran atracción por ser prohibida en este momento se convertía en una nube donde su paz, gloria y felicidad reposaba.

Abre el cajón central de aquel escritorio pomposo y fino, hecho en cedro negro con detalles en cuero donde su padre guardaba aquellas cosas realmente importantes, esculca y revuelve los papeles, encuentra un sobre que por su apariencia tiene varios años, es una carta de su padre dirigida a su madre, su curiosidad aumenta y el corazón late mas fuerte, saca aquel pedazo de papel tamaño carta, en la cual una pluma ha asentado las siguientes palabras:

“ INES, SE QUE MIS VIAJES ME HANSEPARADO DE LO REALMENTE IMPORTANTE, TU Y MI HIJO, ESTA VIDA LLENA DE SACRIFICIOS Y SOLEDAD QUE LLEVO LO HAGO POR TU BIENESTAR Y EL DE ANDRES EL CUAL CREERA QUE NO LO AMO PERO ES TODO LO CONTRARIO YO LO AMO CON TODO MI CORAZON PERO MI DUREZA ES NECESARIA PARA FORJAR SU CARÁCTER PUES EL SERA MI SUCESOR UN DIA Y ESTA GRAN RESPONSABILIDAD QUE CARGO EN MIS HOMBROS SERA DEPOSITADA EN LOS SUYOS.

BUENO AMOR TE AMO Y DILE A MI HIJO QUE LO QUIERO MUCHO Y UN DIA ME ENTENDERA.”

En ese momento una lagrima rueda por su mejilla, sale corriendo toma el teléfono y llama, - alo, pare la orden que le di.-

Un silencio abrumador se toma el entorno y cae arrodillado llorando.

Su novia sale y le pregunta que paso, los invitados aterrados se preguntan la causa de tal dolor y el con su voz entrecortada lo único que puede decir es “MATARON A MIS PAPAS”